7/8/09

algunas ideas para apuntar

Hablábamos no hace mucho Dani Moreno (“Martians, go home!”), Ricardo Ribelles (“El barón contra los demonios”) , Gonzalo López (“Embrión”) y yo. Nos habían puesto en una mesa redonda, lo que se conoce como una mesa redonda aunque no sea redonda (apunte: una vez estuve en una mesa redonda, redonda de verdad, y fue un desastre). Se trataba de hablar de cine de género independiente catalán. Me gustaría anotar algunas ideas:

1. Que el cine está obsoleto, que el futuro es el digital. La película cinematográfica es cara y difícil de conservar. No hablemos de lo delicado que es trabajar con ella. El digital, llámenlo vídeo o lo que sea, es mucho más barato, más manejable y también más versátil. Técnicamente no tiene ninguna desventaja sobre la el celuloide. Otra cosa es que el uso doméstico del vídeo lo haya desprestigiado, pero eso es como todo, que no es ni malo ni bueno: depende del uso que se le da. Apuntaba Gonzalo que se oye mucho eso de que el cine tiene un grano que el vídeo no tiene. Pero el grano en realidad es un defecto, o mejor, una característica del cine a la que nos hemos acostumbrado. Seguro que las generaciones futuras aprecian más el brillo del vídeo que el grano del cine. Y si lo que quieres es grano, hay miles de maneras digitales de ponerle grano a una imagen.

2. Que el cine no está en las salas, está en los festivales. Sinceramente, repasando la historia del cine, no recuerdo una época peor que esta. El ejemplo perfecto es “Transformers: la venganza de los caídos” (la segunda, que no la primera): basura sin sentido, orgía técnica para satisfacer a un público demasiado idiotizado, privado de la capacidad de pensar. Creo que no se ha reparado demasiado en el concepto “privar de la capacidad de pensar”. Esto es: los planos son tan cortos, el montaje tan frenético y suceden tantas cosas en la pantalla, que el cerebro debe esforzarse tanto por asimilar toda esa información que pierde la capacidad de reflexionar. No digo que el público sea idiota. Digo que no le dejan pensar. Sólo en los festivales se ve algo de ingenio, algo de chispa, algo revelador que te remueve por dentro. Supongo que por eso los cines cada vez están más vacíos y a los festivales acude más gente.

3. Que hacer una película ahora es más fácil que hace diez años. Sin duda, pero eso no quiere decir que sea más fácil hacerla bien. El acceso teóricamente universal a la tecnología multiplica la cantidad de basura que se produce, pero también multiplica la posibilidad de que se haga cine interesante.

4. Que el problema es la distribución. Hacer una película es más fácil porque es más barato. Lo que no se ha abaratado es distribuirla. ¿Costear un DVD? ¿Llevar la carátula a imprenta? ¿Distribuirlo? Impensable. ¿Internet? Quizás en otro siglo.

5. Que una de las claves es la publicidad. Y para eso sí que sirve Internet. Sólo diré una cosa: “El Proyecto de la Bruja de Blair”.

6. Que la mayoría de los actores españoles son bastante malos.

7. Que la mayoría de los dobladores españoles son bastante buenos.

8. Que la industria del cine español es una casa de putas.

9. Que todos los directores de cine con el tiempo empeoran, menos Clint Eastwood.

10. Que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

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