la historia de EL COMISARIO GORDILLO

GORDILLO creció leyendo tebeos de superhombres, historias en las cuales el bien era blanco y el mal, negro, y dónde los héroes eran seres de una recta moral y principios indoblegables. Desde entonces, su ilusión es ser un maravilloso. Pero no lo es. Ya de pequeño fue un muchacho débil y enfermo, y también en su adolescencia y en su madurez. Su obsesión por hacer el bien, le empujó a hacerse policía, y rápidamente ascendió a inspector gracias a su inteligencia y sus dotes deductivas. Su talante tímido y solitario se fue acentuando a medida que la figura de los maravillosos se le revelaba muy diferente al ideal que había idolatrado de pequeño. Los maravillosos de hoy en día, prepotentes, avariciosos, sucios y sádicos insultaban los valores que él defendía. Eso le amargaba profundamente y le empujó al pozo del alcoholismo. ¿Quiénes eran ellos para tener poderes sobrenaturales, para ser maravillosos? No se lo merecían. Pero GORDILLO sólo puede hacer una cosa: aguantar, y seguir haciendo el bien.