13/1/08

la historia de JUBEI

El personaje histórico:
Yagyū Jūbei Mitsuyoshi (1607? - 21 de abril de 1650) es uno de los más famosos y románticos samuráis del Japón de la era feudal. Se sabe muy poco sobre su vida. Hijo de maestros de la espada, en 1616, se convirtió en asistente e instructor del Shōgun Tokugawa. No se sabe nada más de él hasta el 1631, cuando Jūbei, entonces considerado como el mejor espadachín del clan Yagyū, es despedido de manera inexplicable por el Shōgun. Su paradero se desconoce durante los siguientes doce años, hasta que Yagyū Jūbei reaparece, a la edad de 36, en una demostración de habilidades con la espada delante del Shōgun. Tras esta exhibición, se restableció su puesto y asumió el control de las tierras de su padre, hasta que murió en circunstancias inciertas. Algunos cuentos dicen que murió de un ataque al corazón, otros dicen que murió mientras cazaba y otros presumen que fue asesinado por los asistentes de su hermanastro. Jūbei también es el autor de un tratado conocido como “Tsukimi no Sho” (El Texto Mirando la Luna). En este trabajo proporciona pistas sobre su paradero durante su ausencia después de ser despedido, y cómo en ese viaje perfeccionó sus habilidades. Debido a todo este misterio, la recreación de su vida se basa en especulaciones y ficciones de carácter romántico.

En “Los Maravillosos”
Después de muerto, el cuerpo de JUBEI fue congelado por órdenes del shogunato, que, fascinado por sus habilidades con la espada, creyó conveniente preservar su cuerpo para reanimarlo años después, cuando la técnica así lo permitiera. Es ahora, en el comienzo de la segunda década del siglo XXI, que los avances desarrollados en el Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Imperio Japonés han permitido la resucitación de JUBEI. Una vez despierto, no obstante, JUBEI, confundido y atemorizado, receló de sus cuidadores, y huyó del centro para encontrase sólo y desvalido en un tiempo que no es el suyo. No obstante, JUBEI sigue siendo el personaje recto y respetuoso que fue en su época, afín a los dictámenes del bushido, en camino del samurái, y ahora, sin señor, se ha convertido en un ronin, un samurai errante sin amo que vende sus servicios al mejor postor.

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